Relato de un proceso de gestación subrogada
Destacados
Primeros pasos en nuestro proceso: recopilación de información y firma de los primeros contratos
Dado que este blog se planteó como una crónica de un parto muy buscado y deseado, es tiempo ya de empezar la narración de los primeros pasos dados hacia dicho fin. Somos conscientes de que el objetivo es aún muy lejano, pero también de que cada paso que damos, por pequeño que sea, nos acerca un poquito más al cumplimiento de nuestro sueño.
Cuando decidimos dar el paso de formar nuestra familia y hacerlo por gestación subrogada (por los motivos que expusimos en esta entrada), la primera actuación que realizamos fue investigar y buscar información al respecto. En primer lugar nos tuvimos que familiarizar con el procedimiento de gestación subrogada en sí mismo, con el glosario de términos empleados y con la identificación de las personas y profesionales implicados. Como no podía ser de otra manera, la búsqueda la hicimos por internet y navegamos durante días por la multitud de páginas de agencias, clínicas, organismos oficiales, noticias, vídeos... por no decir que directamente naufragamos. Existe tanta información, es tan poco clara, los contenidos de las páginas son tan distintos y hasta contradictorios que no pudimos evitar infoxicarnos. Por no hablar de que algunos temas tabúes, como por ejemplo la cuestión de los costes, no casi se mencionan a pesar de tener bastante importancia.
Entonces, Marcos realizó una búsqueda en ChatGPT - OpenAI, que nos descubrió la existencia de una asociación de padres por gestación subrogada en España, a la cual nos asociamos y así entramos en contacto con parejas en situaciones similares a la nuestra. Este hecho marcó un antes y un después en nuestro proceso. El hecho de contactar incluso por vía telefónica con parejas que, como nosotros, estaban creando o habían logrado crear sus familias en el extranjero mediante la gestación por sustitución, abrió las cortinas y permitió entrar la luz en el mar de sombras en el que nos movíamos hasta entonces. Apreciamos mucho la generosidad de estas personas que nos ayudaron en ese momento a aclarar las ideas.
Además la asociación cuenta con materiales propios que facilitan la comprensión de los procesos y las implicaciones de llevarlos a cabo en cada país, así como con exposición de casos de otras parejas que lo han logrado anteriormente, lo cual siempre anima a los que estamos en ello.
Entre esos trámites de investigación, íbamos configurando en paralelo la elección del país en el que queríamos llevar a cabo nuestro proceso de gestación subrogada, según íbamos conociendo las ventajas y desventajas que cada uno de los países ofrecían. De hecho, hasta llegamos a hacernos un excel con una hoja diferenciada para cada país y filas para cada agencia/clínica que encontrábamos que realizara procesos de gestación por sustitución en ellos. En esa excel apuntábamos aspectos de cada agencia/clínica, tales como si aceptaban o no clientes internacionalmente, si tramitaban procesos con parejas LGTBI, detalles sobre los procesos que realizaban, costes, ubicación, etc.
Así fue como llegó el momento de elegir los profesionales que nos acompañarían en dicho camino. Optamos por contratar abogados en España para la supervisión legal de todo el proceso y para los trámites postparto de permisos, filiación, adopción y Registro Civil en España. De entre todas las opciones de abogados que existían, optamos por unos que están especializados en procesos de gestación subrogada y que han tramitado ya muchos casos en diversos países, muy recomendados entre los miembros de la asociación.
En cuanto a la agencia en España, optamos por la que mejor impresión nos dio, tras confirmarnos los abogados que era una de las que trabajaban tan bien como se puede según su propia experiencia previa.
La elección de estos profesionales (tanto abogados como agencia) se hizo previa realización de reuniones telemáticas con ellos, en los que nos explicaron su forma de trabajar, el alcance de sus servicios, detalles sobre los costes de todo el proceso y las formas de comunicación con ellos.
Llegó entonces el momento de firmar los dos primeros contratos, uno con la agencia en España y otro con los abogados en España. Sobre el contenido de estos contratos no podemos contar gran cosa, pues en ambos casos existen cláusulas de confidencialidad que impiden la difusión de su contenido.
Tras la firma de esos dos contratos y las primeras transferencias la maquinaria se puso en marcha, sobre lo cual os seguiremos contando en una futura entrada.
¿Fue también así vuestra experiencia? ¿Teníais vosotros personas cercanas que os guiaron en estos primeros pasos? ¿Vivísteis la experiencia de la infoxicación por sobreinformación? Contádnoslo en comentarios.
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario