Continuación de nuestra historia: volvemos de nuestro viaje a Méjico

Hace mucho tiempo que no publicamos una nueva entrada, ya que hemos estado ocupados avanzando todo lo posible antes de nuestro primer viaje a Méjico, el cual ya hemos hecho y estamos de vuelta para contaros en qué punto nos encontramos ahora mismo.

En la anterior entrada sobre nuestra historia os comentábamos que habían algunos cabos sueltos que esperábamos solucionar pronto. Uno de ellos era la firma del contrato con la agencia mejicana, que finalmente hemos llevado a cabo, después de llevar desde agosto tratando de resolver todas las dudas que nos generó cuando lo leímos por primera vez. Tardamos tanto tiempo en hacerlo, que entre agosto y diciembre la agencia cambió su política respecto a la forma en que realizan la selección de las futuras gestantes. Por ello, el último contrato remitido para nuestra firma también se modificó parcialmente y nos enviaron una copia para que lo volviésemos a leer y pudiésemos revisar las modificaciones a las cláusulas que se vieron afectadas por este cambio de política. El cambio de forma de selección de la gestante también suponía un cambio de tarifa, así que para poder aclararlo volvimos a entrar en una ronda de emails, pues la nueva tarifa significaba un incremento bastante sustancioso con respecto a la antigua.

Tras aclarar el por qué de la subida de tarifa, hablamos entre nosotros detenidamente para determinar si nos convenía aceptar esta nueva tarifa o seguir con la que anteriormente nos ofrecieron, pues nos dieron esa opción desde la agencia. Finalmente, decidimos seguir con la nueva tarifa y procedimos a firmar y abonar la cantidad que nos indicaron, por lo que por fin ese capítulo ya está cerrado.

Otro de los frentes abiertos que teníamos eran nuestras analíticas médicas. Como comentamos en la anterior entrada, nos las hicimos en nuestra ciudad y nos faltaban los resultados antes de iniciar el viaje. Como no recibíamos ningún correo electrónico de la clínica una vez transcurrido el tiempo estimado de respuesta, decidimos ir nosotros mismos a preguntar, y aunque ambos pensábamos que no iban a estar los resultados, para nuestra sorpresa cuando llegamos allí nos confirmaron que ya estaba todo y nos los imprimieron en el momento.

Los resultados fueron agridulces: mientras que el seminograma de Álex mostraba una mejoría notable con respecto al seminograma que nosotros mismos decidimos hacernos en junio de este año por nuestra cuenta, los de Marcos fueron demoledores. No sólo habían empeorado los resultados, sino que incluso uno de los análisis que tenían que realizar con la muestra de semen fue imposible llevarlo a cabo dada la baja calidad de la misma, por lo que recibimos el reembolso de dicha prueba. Fue un jarro de agua fría en nuestras expectativas, pues pensábamos dejar muestras de semen de los dos en nuestra visita a Méjico.

Ahora sí, ya lo teníamos todo preparado para realizar nuestro primer viaje a Méjico y pasados unos días cogimos el avión rumbo a la Ciudad de Méjico. Allí nos esperaban dos citas con el médico que gestionará nuestro proceso, asignado en función de la donante de óvulos que elegimos. También teníamos una cita programada con el despacho de abogados.

Tras 18 horas de viaje aproximadamente, llegamos allí con mucha ilusión y también con muchas ganas de descansar. La primera cita con el doctor era al día siguiente, así que por lo menos pudimos llegar al hotel, salir a cenar algo y volver para poder descansar. Por la mañana, el chófer de la agencia nos esperaba para trasladarnos al hospital donde teníamos la cita. Una vez reunidos con el médico, antes de nada nos comentó que había estado revisando los resultados de las últimas pruebas médicas que nos habíamos realizado en España y que previamente le habíamos remitido por mail. Nuestra intención en un primer momento era dejar dos muestras de semen cada uno por lo que pudiera pasar, pero tras revisar los resultados de Marcos, el doctor sugirió que mejor no dejase muestra, lo cual supuso un golpe anímico. Álex dejó dos muestras, una en esta primera cita y la otra en la segunda que teníamos dos días después. El doctor en todo momento se mostró muy amable, nos estuvo explicando el proceso y nos comentó que los análisis de las muestras de semen estarían muy pronto y que nuestra coordinadora de la agencia se encargaría de hacernos llegar los resultados.

Entre medias de esas dos citas médicas teníamos la del despacho de abogados. También nos trataron genial en todo momento, y nos explicaron paso por paso todo el proceso que suelen llevar a cabo con casos como el nuestro, las estrategias que emplean en vía judicial y los modos de agilizar al máximo todos los trámites necesarios y que nuestra estancia en Méjico para el nacimiento de nuestro bebé sea lo más corta posible. Cabe mencionar que cuando iniciamos nuestro proceso nos comentaron que dicha estancia podía variar desde los 2 meses hasta los 8, pero ahora la media está en unos 4 meses aproximadamente. Esto realmente no quiere decir nada, ya que cada caso es un mundo y el nuestro puede que esté en esa media, que podamos salir del país antes, o que por desgracia nos toque estar más tiempo viviendo allí. Pero bueno, el hecho de saber que la media ahora mismo sea de 4 meses nos tranquilizó un poco.

Ya teníamos realizados todos los trámites que nos requirieron allí, así que el último día lo aprovechamos para hacer un poco de turismo por la ciudad antes de que nuestro chófer nos recogiese para llevarnos al aeropuerto.

De vuelta en España, recibimos un correo electrónico de nuestra coordinadora con los resultados de los análisis de las muestras de semen que habíamos dejado en Méjico. En dicho correo nos informaban de que la primera muestra es apta para poder trabajar con ella, pese a que uno de los valores de la misma había salido bastante bajo. Sin embargo, la segunda muestra no es apta. De nuevo otro duro golpe, pues ahora tenemos la sensación de que nos lo estamos jugando todo a una sola carta. Si con esta muestra no conseguimos nuestro objetivo de crear un número suficiente de embriones tendremos que volver de nuevo a Méjico para dejar nuevas muestras de semen, que esperemos que sean lo suficientemente buenas como para poder trabajar con ellas. Aunque lo que realmente deseamos es que la próxima vez que cojamos un avión para ir allí sea para presenciar el nacimiento de nuestro bebé, y por consiguiente, de nuestra familia.

Actualmente nos encontramos esperando noticias respecto a la disponibilidad de nuestra donante de óvulos ya que, como ya os comentamos, cuando la elegimos se encontraba haciendo una donación para otra familia. Tras el tiempo de espera que se recomienda entre una donación y otra, volverá a realizar una donación para nuestro proceso en esta ocasión. Por lo que nos comentaron, debe de estar a punto de poder realizarla, ya que el plazo acababa ahora en diciembre 2024 / enero 2025.

Y por otro lado, estamos esperando noticias de la agencia para que nos pase algún perfil de mujer gestante, ya que por ahora no nos han facilitado ninguno. Este importante paso se ha visto irremediablemente retrasado por la tardanza en la firma del contrato con la agencia mejicana, lo que nos ha impedido poder conocer a la mujer gestante en este prime viaje a Méjico, como nos hubiera gustado.

Pronto esperamos poder contaros nuevas noticias. La espera se está haciendo eterna...