Continuación de nuestra historia: conocemos a nuestra donante de óvulos y hacemos otro viaje inesperado
En la última entrada de "Continuamos con nuestra historia", os contábamos que ya habíamos realizado nuestro primer viaje a México. Allí dejamos nuestras muestras de semen, hablamos con los abogados que tenemos contratados para nuestro caso, y volvíamos a España a la espera de que nuestra agencia nos confirmase la disponibilidad de la donante de óvulos que escogimos.
Cuando ya pensábamos que habíamos terminado de preparar los documentos que los abogados van a necesitar a medida que nuestro caso progrese, allí nos comentaron que debíamos obtener en España otro más denominado "Poder para pleitos y cobranzas". Básicamente es un papel con el que otorgamos permiso a nuestros abogados mexicanos para que actúen en nuestro nombre en asuntos legales, permitiéndoles intervenir directamente en los momentos que sean necesarios, sin que nosotros tengamos que estar presentes físicamente.
En un primer momento, creíamos que este documento debíamos obtenerlo en la embajada mexicana del lugar donde residimos, pero tras pedir información detallada vía email a nuestros abogados, vimos que sólo podíamos obtenerlo en el consulado de Barcelona. Esto nos ha supuesto tener que realizar otro viaje con el que no contábamos, un gasto extra tanto por el desplazamiento y la estancia, como por el precio del propio trámite en sí, cerca de los 167€. Así que tras comunicarnos con dicho consulado a través de correo electrónico, y utilizar una plantilla que los propios letrados nos remitieron, conseguimos un borrador que tuvimos que revisar y aprobar. Tras esto, nos facilitaron una cita previa para poder asistir al consulado a finalizar el trámite, y a día de hoy ya lo hemos realizado.
Por otro lado y como viene siendo habitual desde que comenzamos nuestro proceso, hemos mantenido regularmente el contacto con nuestra agencia, incluso en época navideña. Pocos días después de estrenar este año 2025, nos informaron de que nuestra donante de óvulos (de ahora en adelante Cristina, nombre ficticio) iba a realizarse una revisión médica para confirmar que ya está lista para comenzar un nuevo proceso de donación, en este caso para nosotros. Si nos habéis estado leyendo, en entradas anteriores os comentamos que teníamos muy claro que queríamos que fuese ella quien nos ayudase en esta aventura, pero se encontraba realizando una donación para otra pareja y había que esperar dos meses para comenzar el nuevo ciclo de donación para nosotros, o escoger otra donante. Nosotros preferimos esperar y actualmente se encuentra en los primeros pasos de este nuevo ciclo.
No recordamos muy bien si fue algo que nos comentó la agencia al principio o si lo leímos previamente en algún lado, pero lo cierto es que estábamos bastante seguros de que el proceso de donación de óvulos era completamente anónimo. Sin embargo, cuál fue nuestra sorpresa cuando recibimos un mensaje de nuestra coordinadora, en las que nos proponía citarnos un día por videollamada con el fin de poder hablar con Cristina y así conocernos "en persona", a lo que accedimos encantados.
La siguiente semana tuvimos dicho encuentro. La verdad es que los tres nos mostramos un poco tímidos al principio, pero suponemos que es totalmente normal dadas las circunstancias. La conversación fue realmente agradable, y quizá lo más gratificante que recordamos de ese momento es poder demostrarle un inmenso agradecimiento por el paso que está realizando por nosotros, y transmitirle la importancia de dicho acto ya que, como ella bien sabe, en nuestro país la gestación subrogada no es legal. Decimos "como ella bien sabe" porque, casualidad o no, nos comentó que esta sería la tercera vez que dona óvulos y en las anteriores ocasiones fue para una pareja gay de España y para un papá soltero también español.
Otro momento crucial de la conversación se produjo cuando le planteamos que, como es lógico, puede que en un futuro nuestro/a hijo/a quiera conocer sus orígenes, lo que implicaría conocerla a ella también, y si estaría de acuerdo en dar ese paso. No dudó en ningún momento en contestar que sí que estaría dispuesta a ello, y nosotros nos alegramos muchísimo porque pensamos que es algo que tiene mucha importancia y que puede ser muy bonito.
La verdad es que fue casi una hora de conversación, tocando varios temas, gustos personales, mascotas, trabajos... no tenemos ni idea de si conocer a la donante de óvulos es algo habitual en México, pero somos conscientes de la suerte que tenemos porque vamos a poder conocer a las dos mujeres cruciales para el cumplimiento de nuestro deseo de formar nuestra familia, así que estamos infinitamente agradecidos y felices por ello.
Ahora ya volvemos a ese momento de espera que tanto nos impacienta a veces. En cuanto Cristina acabe todo el proceso de donación, algo que no esperamos que suceda hasta finales de febrero, comenzará la fase de creación embrionaria. Estaremos en contacto con el médico que nos atendió en México y esperamos que el resultado sea lo más favorable posible. Y por supuesto aquí estaremos para contároslo en cuanto tengamos nuevas noticias y avances.
Deseamos que todos los que os encontréis en pleno proceso como nosotros estéis teniendo los avances que deseáis y os mandamos mucha fuerza y ánimo. "Las cosas que valen la pena, rara vez son fáciles".
Gracias por leernos, un abrazo.
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario